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Positivo y Negativo Emilio Santamaria

¡Venganza! ¡Venganza!

POSITIVO Y NEGATIVO. Dos Formas de Encarar la Vida
por Emilio Santamaría S.

“Me ha hecho tanto daño, que lo menos que puedo hacer en la primer oportunidad es vengarme”. Juan Luis pronunciaba aquellas palabras con odio. Y es posible que tuviera razón en la primera parte de la frase que tanto repetía. Sobre la segunda, sobre su “derecho a vengarse”, pienso que estaba equivocado. George Herbert, poeta religioso inglés, nos dijo hace casi 400 años: “El que no puede perdonar a otros derriba el puente que él mismo debe cruzar”.

Y es que odiar a alguien, es como tomarse uno el veneno y esperar que le haga efecto al otro. Por eso Nelson Mandela, que estuvo prisionero 27 años, al ser liberado declaró que no sentía odio por nadie, ni por los que lo habían condenado injustamente a prisión, ni por los que lo habían mantenido privado de su libertad por más de un cuarto de siglo. ¿La razón? ¡No quería seguir siendo prisionero de ellos! ¡Quería ser totalmente libre! ¡Física y mentalmente!

Usted estará de acuerdo que tenía razones de sobra para pensar como Juan Luis. Pero Mandela sabía el alto precio que tenía que pagar por sentir odio, y se liberó de ello. Sintió que, si quería llegar lejos, debía despojarse de todo odio y deseos de venganza. Así llegó a Presidente de Sudáfrica y se convirtió en una leyenda, admirado en el mundo entero.

Una anécdota difundida profundamente en internet cuenta el caso de un sabiondo que día a día, en la estación del tren, se dedica a reconvenir a su amigo golpeándole el pecho con el dedo índice para poner énfasis en sus argumentos. Un día el amigo, harto de los golpes en su pecho, decidió tomar venganza. Así que se amarró un par de cartuchos de dinamita al pecho, esperando que cuando el sabiondo lo volviera a golpear, no solo el dedo índice, sino toda la mano desaparecieran con el estallido. Y usted sabe el desenlace.

El Profesor Dale Carnegie recomendaba no pagar jamás con la misma moneda a todo aquel que nos haya hecho daño. Simplemente no pensar en ellos y mantener así una mente sana, que nos permitan progresar y ser felices.

LO NEGATIVO:

Planear venganzas, sin saber que la persona más perjudicada es uno mismo.

LO POSITIVO:

Comprender la grandeza que hay en perdonar, la fantástica medicina para la salud mental.

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¡Venganza! ¡Venganza!

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