fbpx

También hay riesgo en no actuar

Jonás Weiss fue encontrado dentro de su automóvil, muerto. Los doctores que practicaron la autopsia dictaminaron que murió por asfixia, lo que sorprendió a todos los que pensaban que había muerto de frío. ¿Qué le pasó realmente? La historia, en síntesis, es ésta: Jonás salió de su trabajo a eso de las cuatro de la tarde y decidió visitar a su prometida antes de regresar a su casa. Las primeras nevadas estaban por caer, y el parte meteorológico anunciaba una muy fuerte para esa noche. Como a eso de las siete y media, regresaba presuroso y tomó un camino secundario. En eso se le acabó la gasolina. Empezó a nevar. Jonás sintió que tenía que hacer algo rápidamente, pero dudó. ¿Hacia dónde caminaría? ¿En qué dirección encontraría refugio más pronto? Mientras lo pensaba, le angustiaba el hecho de tener que actuar. Desesperado, aguardó.

La nieve empezó a caer copiosamente y terminó por cubrir su automóvil, atrapando en su interior al pobre Jonás. Al día siguiente unos niños que hacían un muñeco de nieve, descubrieron la tragedia. ¿En qué momento se decidió la suerte de Jonás? Algunos piensan que fue el momento en que decidió tomar como atajo ese camino secundario. Otros piensan que su momento trágico estuvo cuando pasó velozmente frente a la última gasolinera sin percatarse que no tenía suficiente combustible. Yo pienso que fue ese momento de indecisión que se prolongó hasta que fue demasiado tarde.

La verdad es que en cualquier dirección en que hubiera caminado, hubiera encontrado ayuda. Su error fue no actuar. Es bien sabido que hay riesgo al actuar. Pero lo que muchos no perciben totalmente, es que también hay riesgo en no hacerlo. ¿Quiere un ejemplo? Un buen amigo mío que decidió, al nacer su segundo hijo, tomar un seguro de vida. Recibió ofertas. Y estudió y estudió las ofertas. Su sorpresa fue mayúscula cuando se enteró que había contraído leucemia. Apresuró entonces los trámites para obtener la póliza… tan sólo para enterarse que ya “no era asegurable”. Comprendió angustiado, y muy tarde, que si bien había algún riesgo al actuar, el riesgo de no hacerlo era dolorosamente más grande ahora. 

LO NEGATIVO: Creer equivocadamente que al no actuar, no hay riesgo.

LO POSITIVO: Darnos cuenta que en esta vida hay que actuar. Puede ser muy caro no hacerlo. 

Compártalo con personas que usted aprecia.
Muchas GRACIAS.
_________________________________

Recíbalo en su email: Suscríbase

Enviar Opinión: Enviar una opinión sobre este artículo

Visítenos: Dale Carnegie Honduras

Ir al Inicio

Gracias por Compartirlo con personas que usted aprecia: