POSITIVO Y NEGATIVO. Dos Formas de Encarar la Vida
por Emilio Santamaría S.
Pigmalión, rey de Chipre, por mucho tiempo buscaba la mujer para casarse. Solo ponía una condición, debía ser la mujer perfecta. Según la mitología griega, se frustró en la búsqueda y decidió crear esculturas, que resultaron preciosas.
Una de estas, Galatea, era tan bella que Pigmalión se enamoró de la estatua y soñó que cobraba vida. Al despertar se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza cedía a los dedos suavemente. Creyendo que se engañaba, volvió a tocar la estatua otra vez y se cercioró de que era un cuerpo flexible. Se encontró con Afrodita, quien, conmovida le dijo: “Mereces la felicidad que tú mismo has plasmado, aquí tienes pues la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal”. Y así fue como Galatea, según la mitología, se convirtió en humana.
Por ello, el efecto Pigmalión se llama ahora a la “imagen o expectativa del futuro que los padres y educadores tienen y que influirán en el comportamiento sobresaliente de ese alumno”. ¿Algo nuevo salido de la Inteligencia Artificial? Déjeme contarle que en 1964 dos investigadores de la educación Rosenthal y Jacobson, realizaron una profunda investigación, basada en un supuesto test. Se les dijo a los profesores que ciertos alumnos habían obtenido notas sobresalientes. Y efectivamente esos alumnos acabaron obteniendo resultados muy superiores al resto.
Ahora bien, es habitual que tanto padres como profesores se generen inconscientemente prejuicios o bajas expectativas sobre sus hijos o alumnos, por ello es importante cuidar el lenguaje para no caer en el efecto Pigmalión negativo.
Yo sé, con una seguridad que no deja lugar a la duda, como mejorando la expectativa que una persona tiene sobre sí misma, esta logra cambios maravillosos. Y lo sé porque Dios me ha permitido verlo ocurrir en cada Curso Dale Carnegie. Cada Trainer Carnegie puede dar fe de cómo a sus participantes el horizonte se les vuelve ilimitado.
LO NEGATIVO:
Marcar los supuestos defectos en las personas, logrando un comportamiento mediocre.
LO POSITIVO:
Ayudar a los demás a descubrir sus potencialidades, logrando el efecto Pigmalión.