POSITIVO Y NEGATIVO. Dos Formas de Encarar la Vida
por Emilio Santamaría S.
¿Siente que está nadando contra la corriente? ¿Todo se le dificulta? ¿No logra resultados? Le conviene conocer lo que ocurre en el Río Nass, en su corto recorrido en la vertiente canadiense del Pacífico. Atraviesa solamente 380 kilómetros desde las altas montañas costeras al mar. Cada año, cuando el duro invierno canadiense va cediendo, se convierte en el escenario de una de las proezas más formidables que se conocen.
Es entonces cuando miles de truchas arco iris que han vivido en el Océano Pacífico emprenden un sorprendente y titánico recorrido, nadando contra la corriente, río arriba, hacia el lugar en que nacieron. Un instinto ancestral las impulsa a alcanzar en solamente 380 kilómetros, casi mil metros de altura. Hacen el recorrido saltando, avanzando contra la corriente, prácticamente sin alimentarse. Pero el formidable esfuerzo las va envejeciendo día a día en forma muy acelerada. Sus mandíbulas se deforman, sus branquias se van agrietando y su espina dorsal adquiere una curva que las hace lucir patéticas. Cuando finalmente llegan al lugar en que nacieron, las hembras expulsan unos 25,000 huevecillos que requieren de dos a tres machos para fecundarlos.
Cuando todo este ritual finaliza, las truchas arco iris no mueren ahí. Su cuerpo envejecido por el formidable esfuerzo, ya casi sin fuerza, se abandona río abajo, viajando sin esfuerzo y deteniéndose para alimentarse. En este regreso se produce el maravilloso milagro. Van rejuveneciendo kilómetro a kilómetro. Al llegar al mar son de nuevo ejemplares jóvenes y fuertes. Y este ritual se repetirá por cuatro años más.
Cualquier doctor le dirá que los seres humanos, sometidos al estrés, nadando contra la corriente, llevándose mal con todos, acaban por presentar también síntomas de envejecimiento prematuro. Nuestra presión sanguina se eleva y el mal humor hace presa de nosotros. Mejorar nuestra habilidad de tratar con los demás y algunas sencillas técnicas anti estrés, pueden literalmente cambiar nuestra vida.
LO NEGATIVO:
Dejar que ese “nadar contra la corriente” nos cueste caro en términos de salud.
LO POSITIVO:
Desarrollar hábitos de comunicación y relaciones humanas que nos permitan fluir en una vida más tranquila, productiva y feliz.
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