Con la llegada de mayo ineludiblemente pienso en mi madre. Ella partió a la eternidad hace ya cuarenta y nueve años, y sin embargo está presente diariamente en tantas de mis cosas que a veces me sorprende. Es que ella hizo mucho más que compartir un día conmigo su cuerpo y su aliento, más aún que hacer que su corazón marcara el ritmo del latir del mío. Esto, que de por sí es mágico y maravilloso, no fue todo su legado. Influyó además en mi vida y en la de mis hermanos en mil y una formas. Inmigrante como mi padre, hizo de México su segunda patria. Y digo esto literalmente, porque ella amó este país quizá más aún que los que nacimos en el. Esto me impulsó a mi vez, a amar cada país en el que me ha tocado trabajar, y tratar a su gente con respeto y con cariño. Una de sus cualidades más sobresalientes fue sin duda el entusiasmo. Puedo cerrar los ojos y volver a verla aún después de tantos años, cantando alegremente y realizando lo que tuviera que hacer con un empuje extraordinario. Esto le permitía tener un nivel de energía tan formidable que sorprendía a todos. Confieso que su recuerdo me empuja muchas veces, y que los logros que haya tenido, los debo en gran parte a ese heredado entusiasmo. Mostraba su cariño efusivamente. En mi casa siempre hubo abrazos y besos. ¿Influyó esto en mi forma de ser? Sí, definitivamente. Y también en la de mi familia. Aún ahora que ya mis hijos son adultos y han formado sus propios hogares, nos seguimos saludando con un abrazo y un beso. Y esta relación es una de las cosas de que nos sentimos más orgullosos. Los años han pasado. Pero al llegar el mes de mayo, ineludiblemente pienso en ella. Ahora hay nuevas madres a mí alrededor. Margarita, la madre de mis cuatro hijos. Mis hijas Rocío y Mercedes Margarita. Mi nuera María. Todas ellas compartieron con sus vástagos su cuerpo, su aliento y su sangre. Todas ellas marcaron el ritmo de cada corazoncito con el suyo propio. Y todas ellas, todos los días, influyen en esas nuevas generaciones. ¿Cree usted que es extraño ese sentimiento de amor que todos tenemos por nuestras madres?
LO NEGATIVO: Dejar pasar el tiempo, sin expresarles lo mucho que les debemos.
LO POSITIVO: Con el permiso de mis lectores, rendir un homenaje en el recuerdo de mi madre, a todas las madres del mundo.