fbpx

Ese incómodo sentimiento de culpa

El dueño de una tienda llegó al juzgado para quejarse de un robo. El ladrón había sido tan hábil que no dejó huella alguna, y era muy difícil poder descubrirlo. El Juez escuchó al afligido comerciante, y ordenó que sacaran de sus goznes las puertas de la tienda, y que las llevaran a la plaza del mercado para recibir cincuenta latigazos cada una, ya que no habían cumplido con su obligación de impedir la entrada del ladrón. La inusitada acción convocó una multitud en la plaza. Una vez administrados los cincuenta latigazos, el juez se inclinó hacia una de las puertas y le preguntó quién era el ladrón. Luego aplicó el oído a la madera para escuchar lo que estas tuvieran que decirle. Cuando se incorporó, la multitud quedó muda, esperando. El juez se irguió en toda su estatura, y anunció: “Esta puerta dice que el robo ha sido cometido por un hombre que tiene una telaraña en su turbante”. Al instante, un hombre, afligido, se llevó la mano a la cabeza. Y los policías alertados previamente por el juez, lo capturaron al instante. Cuando se revisó su casa, se encontraron en ella las mercaderías desaparecidas. El ladrón pudo ser entonces condenado y tuvo que pagar su culpa. No cabe la menor duda que ese juez árabe hacía honor a su fama de sagaz. Logró que el ladrón se delatara a sí mismo. Yo pienso que simplemente aplicó su sentido común. Es bien sabido que cuando alguien comete una falta, algo en su interior pugna por delatarlo. Y muchas veces, en forma inconsciente, hace pública su culpabilidad.

Todo Boy Scout sabe una norma sencilla, pero muy profunda: “Tener una mirada franca”.   Y es que cuando alguien miente, tiende a bajar la mirada. Lo saben bien los agentes de aduanas de Puerto Rico, y por ello interrogan mirando a los ojos. David J. Schwartz, en su libro “La Magia de Pensar en Grande”, nos dice: “Haga siempre lo correcto, así no tendrá que sufrir ese íntimo e incómodo sentimiento que afecta nuestra paz mental. Y la paz mental es como parte de la salud, un don insustituible”.

LO NEGATIVO: Creer que podremos ocultar nuestras malas acciones, bien con justificaciones, o adoptando una actitud cínica de agresividad o de indiferencia.

LO POSITIVO: Saber que la única forma de no tener ese incómodo sentimiento de culpabilidad es haciendo las cosas correctas.

Por favor, compártalo. GRACIAS.
_________________________________

Enviar una opinión sobre este artículo

Visitar Dale Carnegie Honduras

 

Ir al Inicio

Gracias por Compartirlo con personas que usted aprecia: