POSITIVO Y NEGATIVO. Dos Formas de Encarar la Vida
por Emilio Santamaría S.
La organización creada por Dale Carnegie está a punto de cumplir 109 años. Carnegie dictó su primera clase un 22 de octubre de 1912. Quizá entonces estaba lejos de pensar el enorme impacto que causaría a nivel mundial. Hoy los Entrenamientos Dale Carnegie se dictan en más de 31 idiomas alrededor del mundo. En lugares tan distantes como Marruecos, Honduras y Finlandia, y en países tan diferentes como Islandia y Vietnam.
Tan solo en China Continental ha tenido un crecimiento sostenido y formidable por muchos años ya. Si usted me preguntara qué ayudó a esta organización a tener tanto crecimiento como éxito, me sería muy fácil contestarle. Porque logran que las cosas sucedan. Con su lema “Tomar el control”, han ayudado a millones de personas a desarrollar su verdadero potencial ¡y utilizarlo!
Carnegie University, que prepara a sus instructores, ha sido pionera en la investigación de cómo sus entrenamientos dan resultado. Una prueba es el éxito del “Dale Carnegie Live Online” que ya venía teniendo auge en los Estados Unidos por más de diez años cuando llegó la pandemia. Rápidamente prepararon y certificaron decenas de sus Trainers, que hasta entonces lo dictábamos presencialmente, para que lo hiciéramos también en línea. El resultado ha sido magnífico. Conservando su metodología exclusiva permite una participación muy activa y agradable de sus participantes.
En lo personal, estoy cumpliendo 51 años de trabajar asociado con ellos. Han sido los años más gratificantes e interesantes de mi vida. Una de mis frases favoritas: “¡El universo recompensa la acción” no el simple pensamiento!”. ¿Por qué hay gente que solamente habla sin poner la acción para lograrlo? La respuesta es que hablar es más barato. Pero si algo he aprendido en mis años de enseñar estos mundialmente famosos entrenamientos es que lo que separa a las personas que fracasan de los que tienen éxito, más que cualquier otro factor, es que estos últimos son personas orientadas a la acción.
LO NEGATIVO:
Dedicar todo nuestro tiempo a hablar y hablar, posponiendo la acción.
LO POSITIVO:
Comprender que “El universo solo recompensa la acción”.
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