POSITIVO Y NEGATIVO. Dos Formas de Encarar la Vida
por Emilio Santamaría S.

La bomba capaz de lograr este récord es más común de lo que se imagina. ¡Usted mismo tiene una! ¿Quiere sentirla trabajando? Ponga su mano sobre el pecho y sienta sus pulsaciones. Sí, amigo lector, el corazón de alguien que viva setenta años, latirá poco menos de ¡tres mil millones de veces! Y bombeará sangre por cerca de ¡veintitrés millones de litros!
¿Cómo puede un pequeño músculo hueco, del tamaño aproximado de un puño, y con un peso de alrededor de 255 gramos lograr esta proeza? Yo lo he preguntado a un médico, un hombre que ha tomado el pulso y ha oído latir el corazón de innumerables personas. Él sabe la respuesta, la aprendió en la Universidad y la vive todos los días: “el corazón late a razón de 70 a 80 pulsaciones por minuto, ritmo que mantiene durante todos los días de la vida”.
El Universo entero es el resultado de la actividad diaria, son las gotas persistentes las que en conjunto forman los arroyos. Es mas, la marcha y el progreso del hombre son la acumulación de su labor diaria. Frank Crane, hablando sobre el trabajo, nos dice: “Hay cierta magia en la acumulación de un esfuerzo sostenido. Verdaderas proezas se han logrado con ello. Debemos comprender que es el quehacer diario el que, al acumularse, produce la obra grande. Es el hábito de la buena lectura la que nos hace eruditos. Es el cariño demostrado todos los días, el que produce los hogares felices”.
¿Somos capaces de proezas increíbles? El secreto está en lo que repitamos diariamente.
LO NEGATIVO:
Creer que son los “esfuerzos esporádicos”, los que nos harán avanzar.
LO POSITIVO:
Darnos cuenta que “no hay fuerza mas grande en la humanidad, que el poder acumulado de lo que está haciendo todos los días”.
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