Me encontraba en Acapulco para participar como orador en la Convención de Ventas de Volkswagen de México. La persona que tenía que hablar justamente antes que yo, me preguntó si me sentía nervioso. Le confesé que sí, que siempre siento una ligera aprensión antes de enfrentarme a un público, sobre todo de 3000 personas como en esa ocasión. El me aseguró que estaba tan fresco como una lechuga. Cuando pasó al frente, me di cuenta de que estaba también tan inspirado como una lechuga. Fue lamentable su participación. Los vendedores venidos de toda la república mexicana se aburrieron atrozmente y lo mostraron con profundos bostezos y platicando entre sí. Tanta confianza lo hizo confiarse al punto de no sentir la necesidad de prepararse. Su poco temor lo traicionó. Yo que he enseñado en la Organización Dale Carnegie oratoria práctica por muchos años, sé que el problema al hablar en público está en los dos extremos del temor. O en sentirlo tan poco que no nos alerte, o en sentirlo tanto que nos cause pánico. Ambos casos pueden corregirse con el entrenamiento adecuado. En mi trabajo he conocido decenas de personas a quien el miedo escénico los traicionó a sí mismos. Frente al público al cual debían dirigirse, sintieron una repentina debilidad en las piernas y como mariposas revoloteándoles en el estómago. Se de uno al que, en una reunión de su empresa, se le fue la voz por completo. ¿Se puede imaginar situación más frustrante? El temor le cerró la boca, cuando más necesitaba hablar. Es evidente que Dios nos creó con miedos verdaderos para alertarnos ante los peligros. Nosotros nos creamos miedos falsos que acabarán traicionándonos. Por eso Lufthansa, enseña a sus alumnos en la escuela de aviación, a reducir el miedo a los despegues y aterrizajes, pero a conservar la alerta necesaria que les dé la capacidad de la acción apropiada.
Actualmente, el miedo se ha convertido en la enfermedad de la época. Se teme a los exámenes, a perder el empleo, al jefe, a las enfermedades,al futuro, a ser agredido, etc. Usted y yo haremos bien en definir cuáles son los temores reales, y cuales los falsos auto creados.
LO NEGATIVO: vivir presa de miedos falsos, que acabarán siempre por traicionarnos.
LO POSITIVO: hacer lo que haga falta para eliminarlos, vivir libre de ellos.
Por favor, compártalo. GRACIAS.